Ingredientes
- 2 de cebolla
- setas deshidratadas
- 1 cucharada de harina
- leche
- aceite de oliva
- pimienta
- sal
- comino
- salsa de tomate
Preparación
Cocer las cebollas limpias y enteras en abundante agua hirviendo con una cucharada de comino
durante media hora.
Mientras tanto hidratar las setas en agua caliente, escurrirlas y picarlas finamente.
Escurrir las cebollas y refrescarlas.
Separarlas en capas; para hacerlo sacamos con cuidado las 4-5 capas interiores que reservaremos
para el relleno y no importa que se rompan al sacarlas y separaremos las últimas capas que
usaremos como recipiente a rellenar, con mucho cuidado para no romperlas y las reservamos aparte.
Picamos finamente los interiores de las cebollas cocidas.
En una sartén con un poco de aceite rehogamos el picado de cebollas y antes de que empiecen a
dorarse añadimos las setas picadas.
Seguimos rehogando hasta que esté dorado, salpimentamos.
Añadimos la harina y le damos un par de vueltas para que pierda el sabor a crudo.
Vamos incorporando la leche, poco a poco y removiendo continuamente, hasta hacer una bechamel
media y añadimos un poquito de comino. Rectificamos de sal y pimienta, y reservamos hasta que
temple.
Rellenamos las capas exteriores de la cebolla con la bechamel.
Las podemos terminar en el momento o prepararlas para llevarlas al trabajo, aguantan bien la nevera
(tapadas con un paño, que respiren) durante 2-3 días.
En una olla de barro o una placa de horno (dependiendo como las vayamos a terminar) ponemos un
fondo de pisto o tomate con albahaca y colocamos encima las cebollas rellenas.
Calentamos a fuego suave tapado o gatinamos en el horno con un poco de almendra picada por
encima y servimos caliente.